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El teléfono celular en las aulas

A pesar de que los teléfonos celulares son una parte inescindible de nuestras vidas, el debate aparece en los periódicos una y otra vez sin jamás resolverse. Que los celulares sí, que los celulares no. Y con mayor frecuencia las opiniones suelen decantar por prohibirlos ¡Cuando no! Cada vez que aparece una tecnología nueva la reacción natural es de rechazo. En este punto ya les estaría refiriendo a las teorías de McLuhan si no fuera porque la telefonía celular no es nueva. Bueno, en la educación sí, pero solo porque la triste circunstancia de que la educación va atrasada en todo lo que sea tecnología.

Fuente: Pixabay

Otro hecho curioso es que esta postura ha ganado terreno por una supuesta prohibición de Francia que se ha hecho viral en las redes sociales. 

En definitiva ¿los celulares deben estar prohibidos en el aula? ¿Prohibir es ahora una forma de educar? ¿es lo mejor que se nos ocurre en beneficio de nuestros alumnos? 

¡Uf! Solo pensar que una solución educativa pasa por prohibir me crispa los nervios. Las épocas más oscuras de la humanidad han transitado entre el avasallamiento de las libertades, la censura, la imposición y el adoctrinamiento. Pero mi recelo va más allá. Si el teléfono celular es parte de nuestras vidas ¿por qué debe ser artificialmente excluido de la educación? ¿Acaso no enseñamos para la vida? En todo caso parece que enseñamos para que nuestros alumnos vivan en el siglo XVIII. Por cierto, es bastante divertido que el teléfono se les prohíba a los alumnos y no a los docentes; basta recorrer las aulas para ver que todos los educadores tienen el teléfono a mano -literalmente, en la mano. Cuando no están chateando por alguna red, están publicando por otra o consultando Wikipedia aquello que pretenden enseñar.

En fin, aquí hay mucho para considerar. 

¿Qué dicen las últimas investigaciones?

Aunque parezca extraño no es fácil encontrar artículos científicos centrados en la prohibición del teléfono celular. La ciencia no es normativa, no dice lo que se debe hacer, sino que busca evidencias empíricas en los fenómenos sociales. Por lo tanto, los trabajos citados a continuación explican y predicen el impacto que tiene el uso de los teléfonos celulares en el aula. 

Un estudio publicado en 2019 da cuenta de los hábitos hogareños de uso de los celulares en niños de 0 a 6 años. Dicha publicación resalta que los padres garantizan el acceso a la tecnología en contextos apropiados a la edad y de forma cuidadosamente controlada en los tiempos de uso y hábitos familiares. A su vez, entre sus hallazgos aparece el hecho de que la sociabilización está cada vez más influenciada por el uso de las tecnologías. También surge de este trabajo que los padres utilizan el acceso a la tecnología como una forma de recompensar a sus hijos por buen comportamiento a la vez que le otorgan un valor educativo (Romero Tena, Puig Gutiérrez, & Llorente Cejudo, 2019). 

Fuente: Pixabay

Paralelamente, en el ámbito institucional del nivel inicial (que en Argentina comprende desde los 45 días hasta los 5 años) se verifica que es una práctica común el uso educativo y recreativo de los celulares porque las docentes los integran a sus prácticas. Más aún, para muchos directivos el uso de las TIC supone un valor agregado. Para los padres seleccionar un jardín de infantes que enseñe el uso de tecnologías es tanto una cuestión de prestigio como de responsabilidad parental ya que se asocia con dar ventajas competitivas tempranas para que sus hijos se desenvuelvan en la vida. Más aún, es también una forma desigualdad social. Petrelli y Nuefeld (2017) investigaron las maneras específicas en que los docentes incorporaban y legitimaban los celulares en el ámbito escolar y llegaron a la conclusión de que la materialidad constituye un indicio del procesamiento actual de relaciones de desigualdad. 

Siguiendo cronológicamente por la educación formal, en el nivel primario se verá una cierta continuidad de esta situación. El celular aparece, pero sólo cuando lo usa la docente porque es poco frecuente que los padres le entreguen un celular a un niño o niña.


Fuente: Pixabay

Ya en el nivel medio muchos padres querrán darles un celular a sus hijos (si los pueden costear). He aquí algunos usos documentados: búsqueda de información, distribución de material de estudio, organización del trabajo, colaboración, realidad aumentada, realidad virtual, interactividad, juegos educativos, libros electrónicos, audiolibros, libros aumentados, reconstrucción 3D, plataformas educativas, redes sociales. La lista precedente no pretende ser exhaustiva, pero sí representativa de la diversidad de recursos que se ponen en juego cada día para enriquecer la educación. También da indicios de hasta dónde puede llegar el ingenio de un docente para mejorar sus clases.

Un investigador de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) estudió los hábitos de uso más comunes 1) guardar los celulares a la entrada de la escuela y retirarlos a la salida; 2) usarlos sólo con autorización del docente y 3) permitir su uso siempre que no interrumpa la clase. Este trabajo sostiene que los alumnos con mayores recursos materiales y simbólicos, acompañamiento familiar e institucional constante, tienden a desarrollar competencias y destrezas tecnológicas más diversas. Más aún, “estas destrezas se relacionan con las capacidades de desarrollar una lectoescritura creativa y crítica, que resulta fundamental para poder desplegar una extensa gama de usos significativos en entorno digitales y escolares” (Linne, 2018, pág. 79)

Un trabajo brillante realizado en Chile sostiene que el uso de teléfonos celulares permite la constancia y continuidad en las relaciones interpersonales, más allá de los físicamente posible. En un mundo globalizado que se caracteriza por la diversidad y el cambio constante esto permite crear nuevas intersubjetividades y formas de sentirse seguro (Amigo, Osorio, & Bravo, 2017). 

Claro que no todo son logros didácticos. La decisión de prohibir el celular se relaciona con los miedos que despierta el uso de la tecnología. Tanto para padres como para educadores el uso de los teléfonos celulares pone a los niños, niñas y adolescentes en riesgo de grooming, pornografía infantil, acoso escolar y secuestro -por mencionar sólo los más graves. La inocencia de los menores de edad sumada a la ausencia de medidas de autoprotección y autoseguridad digital, los constituyen en potenciales víctimas de ciberdelincuentes. Sin embargo, para los expertos, prohibir el uso de los celulares no resuelve el problema, sino que lo posterga hacia la adultez (Romero Hernández, 2017)

Fuente: Sutterstock

Cabe resaltar que hay un amplio consenso en que el reto de la seguridad digital debe ser abordado en forma conjunta entre Gobierno (política pública), familia (orientación, vigilancia, comunicación) y las instituciones educativas (educación para la vida). 


Finalmente, incontables trabajos documentan el uso de los teléfonos celulares para la enseñanza de nivel superior debido a sus infinitas posibilidades para el despliegue de contenidos digitales y aprendizaje ubicuo (Organista-Sandoval, Domínguez Pérez, Ornelas, & M., 2019; Echegorri Rodríguez, 2017; Herrera Mendoza, Gil Vega, & Acuña Rodríguez, 2017). 

Como mínimo esto sugiere que, al llegar a la universidad, los estudiantes ya deben estar preparados para usar sus teléfonos celulares en el aula. Lo que, a su vez, tiene que ver con estar preparados para la vida porque son muchos los factores que confluyen en el uso de los celulares: educación, relaciones interpersonales, equidad en el acceso al trabajo y seguridad.

La (celular) revolución francesa

Muchos medios periodísticos se hicieron eco de una curiosa prohibición francesa de usar los celulares. Era cuando menos llamativo que nunca citaran las fuentes ¿Acaso era real? Soy desconfiado y me día a la labor de buscarlo en Google ¿y qué creen? ¡Era cierto! Ley n° 2018-698 sancionada el 3 de agosto de aquel año.

Casi me desmayo. Pero cuando me recuperé leí lo que el Ministerio de Educación tenía para decir (Ministère de l'Éducation Nationale et de la Jeunesse). 

Fuente: Pixabay

La prohibición cubre el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos móviles como relojes inteligentes y tabletas. Se sustenta en el hecho de que estos elementos pueden distraer la atención de los estudiantes. En efecto, muchos artículos científicos dan cuenta de esta situación no tan difícil de prever. En cierto trabajo, se le pidió a un grupo de estudiantes que respondieran a los mensajes de WhatsApp que les harían llegar durante la clase y ¡qué sorpresa! Esto les dificultaba seguir las lecciones del docente.

Pero sigamos. A la prohibición le siguen estas excepciones: uso del celular como medio de accesibilidad (estudiantes con discapacidad), cuestiones de salud (por ejemplo, cuando el celular recuerda verificar el nivel de glucosa en cuadros de diabetes).

La implementación, por cierto, queda a cargo de cada institución pudiendo flexibilizarla de acuerdo con su impronta educativa. Esto significa que pueden prohibir el uso en su totalidad, usarlos para fines educativos o no prohibirlos. Porque resulta que hay muchos docentes que quieren hacer uso de las tecnologías y padres preocupados por estar en contacto con sus hijos y este derecho también está contemplado. 

Esta ley es tan moldeable que la crítica más cariñosa la tilda de cosmética. Pero hablar de lo que provocó en la sociedad francesa me llevaría varios artículos más.


Para seguir conversando

El debate quizás esté mal ubicado. ¿Qué tal si el problema no es el celular? La tecnología existe y es parte de la vida social. Puede usarse de forma educativa y presenta peligros concretos. Esto es real. Es la vida. Pero prohibir el celular no resuelve el problema y además crea formas de desigualdad social. 

Mi pregunta para usted es: con todo en consideración ¿cómo cree que se debería usar el celular en el aula? Por favor, comparta su opinión en el cuadro de comentarios debajo de este artículo.

¡Nos seguimos leyendo!

Enrique Facundo Ruiz Blanco

Fuentes consultadas


Gatica-Lara, F., & Uribarren-Berrueta, T. (enero de 2013). ¿Cómo elaborar una rúbrica? Investigación en Educación Médica, 2(5), 61-65.
Raposo, M., & Martínez, E. (2011). La Rúbrica en la Enseñanza Universitaria: Un Recurso Para la Tutoría de Grupos de Estudiantes. La Rúbrica en la Enseñ, 4, 19-28.
Romero Tena, R., Puig Gutiérrez, M., & Llorente Cejudo, M. (2019). Technology use habits of children under six years of age at home. Ensaio: Avaliação e Políticas Públicas em Educação, 340-362.
Organista-Sandoval, J., Domínguez Pérez, C., Ornelas, L., & M. (2019). Desarrollo y aplicación de contenidos educativos digitales desde un teléfono inteligente para un tema de Estadística en un curso universitario. Actualidades Investigativas en Educación, 1-22.
Linne, J. (2018). En torno a la integración tecnológica en espacios educativos. ¿Nuevos problemas y nuevas soluciones? Propuesta educativa, 73 a 83.
Echegorri Rodríguez, D. (2017). Determinación del módulo de Young de una barra cilíndrica. Revista Brasileira de Ensino de Física.
Amigo, B., Osorio, F., & Bravo, M. C. (2017). Mobile communication technologies and ontological security. Convergencia, 39-61.
Petrelli, L., & Neufeld, M. (2017). La materialidad de los jardines de infantes como productora de experiencias: usos de la diversidad y relaciones de desigualdad. Cuadernos de antropología social, 133-145.
Herrera Mendoza, K., Gil Vega, L., & Acuña Rodríguez, M. (2017). Motivación de jóvenes universitarios hacia el uso de teléfonos celulares. Encuentros, 91-105.
Romero Hernández, M. (2017). Tecnología y pornografía infantil en Colombia, 2013-2015: interpretación desde un enfoque victimológico. Revista Criminalidad, 27-47.
Strauss, D. (2017). Cooperación y desigualdad. El trimestre económico.
Chacón-Ortiz, M., Camacho-Gutiérrez, D., & Heredia-Escorza, Y. (2017). Conocimientos sobre aprendizaje móvil e integración de dispositivos móviles en docentes de la Universidad Nacional de Costa Rica. Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria, 149-165.
Gazcón, N., Larregui, J., & Castro, S. (2016). La Realidad Aumentada como complemento motivacional. Libros Aumentados y Reconstrucción 3D. Revista Iberoamericana de Tecnología en Educación y Educación en Tecnología.
Domínguez Pérez, C., Organista Sandoval, J., & López Ornelas, M. (2018). Diseño instruccional para el desarrollo de contenidos educativos digitales para teléfonos inteligentes. Apertura (Guadalajara, Jal.), 80-93.









Comentarios

  1. Hola Enrique ! Felicitaciones por el artículo.

    En principio debo reconocer que quienes nos dedicamos a la docencia, estamos un paso atrás en el sentido de la incorporación de habilidades para el uso de herramientas digitales. Para lograr utilizar el celular en el aula, y que este no provoque distracciones, sino que sume a la educación, debemos saber utilizar las aplicaciones y metodologías que ayuden en pos de sumar y no restar.

    Respondiendo a tu pregunta, estoy a favor del uso en la clase y la utilización de herramientas que nos ayuden a realizar tareas más fácil, permitirnos el trabajo colaborativo y compartir información. Para el que lea este comentario, sepa que vengo
    del área de la Informática.

    Saludos y te sigo leyendo.
    Renzo Ontivero, un ex alumno tuyo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Renzo! ¡Qué lindo tener noticias tuyas! Gracias por tu reflexión. Creo que es importante recordar que el uso de las tecnologías está lleno de posibilidades y que los docentes podemos darle una vuelta de tuerca a cualquier tecnología para sacarle provecho. ¡Saludos!

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