Desde que surgieron las IA generativas, los docentes han transitado entre el entusiasmo extremo y los temores más pesimistas. Como investigador de las tecnologías, este fenómeno no deja de fascinarme. Hay una interacción constante entre la tecnología, la ciencia y la sociedad. Cada cambio tecnológico se origina desde un progreso filosófico y cultural, lo que a su vez impulsa avances científicos. A medida que la tecnología avanza, también lo hacen nuestras perspectivas culturales y filosóficas. Todo fluye en círculos como un remolino de agua. Imagen: Adobe Firefly Pero, una tecnología, por asombrosa que sea siempre tiene límites. Escribo este artículo con la mejor intención de desmitificar los imaginarios fantásticos de poderes misteriosos que le atribuyen a la IA y entender mejor qué podemos esperar de ellas. Las IA tienen sus límites y alcances. Es hora de conocerlos. El acertijo de Gilligan Empecemos con una divertida pregunta que la mayoría de las IA no pueden responder. De acu...
por Enrique Ruiz Blanco